


confía en tus ojos, todo lo que veas en esta ciudad está ocurriendo de verdad,
el museo de arte contemporaneo,
alguno me preguntó que qué comía,


yo a esto lo llamo la pelota,

y cerca de la puerta de brandemburgo está las embajadas de Estados Unidos y del Reino Unido, y algún aprovechado que se disfraza y se deja hacer fotos con los turistas, incluso turistas con velo,


además, toda la zona está rodeada de policía para que nadie ponga bombas,

y más arte en la calle,

una tienda,

y en el museo judío, una instalación que ponía los pelos de punta, se podía pisary oir el chirrido de las caras unas con otras; antes se visita una cámara cerrada y oscura con unas paredes de unos 10 o 12 metros de altura, escalofriante, y después esto:



el árbol para colgar los deseos en el museo judío, escritos en una manzanita de papel,
y por fin, una noche, se me apareció un fantasma, y me dijo que ya era hora de irme de su ciudad, qué pena...


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